RESOLUCIÓN de 9 de junio de 2017 por la que se aprueba el Plan de gestión del centollo y del buey 2017-2018.

Sección3 - Otras Disposiciones
EmisorCONSELLERÍA DEL MAR
Rango de LeyResolución

Hechos.

Tanto el centollo (Maja brachydactyla) como el buey (Cancer pagurus) son dos especies de crustáceos decápodos presentes en las costas de Galicia y capturadas mayoritariamente por la flota artesanal que trabaja con aparejos de enmalle (miños mayoritariamente), aunque es necesario subrayar que cobra una especial relevancia, en el conjunto de descargas efectuadas por la flota artesanal, la especie centollo.

Para ambas especies, más del 70 % de las descargas proceden de la flota que trabaja con miños, mientras que el resto es realizado por embarcaciones que pescan con trasmallos, nasas y raeiras. Tradicionalmente, el período de veda anual de estas especies fue establecido de manera coincidente en el tiempo.

La gestión de la pesquería de estas especies de crustáceos decápodos debe basarse en el ciclo vital de cada una de ellas. Son especies migratorias que realizan desplazamientos a zonas más profundas para aparearse y, posteriormente, regresan a zonas menos profundas para realizar la puesta. En el caso del centollo, los individuos adultos migran hacia zonas más profundas para aparearse durante los meses de septiembre y octubre. Durante los meses de diciembre y enero regresan hacia la costa. Las hembras de centollo presentan dos períodos de puesta a lo largo del año. El primero, y más importante, se produce entre los meses de febrero y junio, y en él se consiguen los valores máximos de hembras ovadas (>25 %). El segundo período de puesta ocurre en el mes de septiembre, justo al inicio del otoño. Este período es mucho más corto que el de la primavera y, ya para el mes de octubre, el porcentaje de hembras ovadas disminuye hasta el 10 %.

El ciclo migratorio del buey en las aguas gallegas es menos conocido, aunque muy semejante al del centollo, sólo que el buey es menos abundante en nuestras costas, además de ser capturado a mayores profundidades. Esta especie no es objeto de una pesquería específica, si no que constituye una especie acompañante capturada con artes que tienen como objeto la captura de otros crustáceos o bien en el caso de artes multiespecíficas.

A lo largo de los últimos años se demostró que la veda del centollo, cuando incluye meses en los que el número de hembras ovadas es elevado, puede ayudar a aumentar la biomasa reproductora y la regular a pesquería, siempre y cuando se establezcan cuotas diarias de captura en el período posterior a la veda que eviten la concentración de las capturas y la consecuente caída de los...

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