Decreto 78/2009, de 2 de abril, por el que se declara bien de interés cultural, con la categoría de monumento, el monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil, en el ayuntamiento de Parada de Sil (Ourense).

Fecha de Entrada en Vigor18 de Abril de 2009
Sección3 - Otras Disposiciones
EmisorCONSELLERIA DE CULTURA Y DEPORTE
Rango de LeyDecreto

El monasterio benedictino de Santa Cristina de Ribas de Sil, enclavado en un espectacular y grandioso paraje a orillas del río Sil, en el castañal de Merilán, por debajo del monte Varona, constituye uno de los grandes hitos monumentales y espirituales de la Ribeira Sacra, de máximo interés desde el punto de vista histórico-artístico, arquitectónico y ambiental.

Los orígenes de la comunidad monástica de Santa Cristina son imprecisos. Como en otros centros monásticos fundados al abrigo de las encajadas riberas del curso final del río Sil, salpicadas de restos de antiguos asentamientos religiosos de carácter ascético, posiblemente fue considerado inicialmente como un centro eremítico, transformándose posteriormente en un cenobio. Aunque no sobreviva ningún vestigio arquitectónico o epigráfico del edificio original, quedan testimonios ciertos de la presencia del monasterio en época prerrománica, datando las primeras menciones documentales de finales del siglo X.

El coto jurisdiccional del monasterio de Santa Cristina llegaba hasta la cumbre de Cabeza de Meda, con dominio sobre un amplio tramo del río Sil. Las características propias del espacio geográfico del dominio condicionaron las bases económicas y los fundamentos de la vida material del monasterio; la altitud y lo escarpado de muchos de sus terrenos, no aptos para un óptimo desarrollo de la agricultura, serían compensados con la explotación de espacios incultos dedicados a productos distintos, como la vid o los castaños (que aún hoy configuran el incomparable paisaje del entorno monástico) así como con el aprovechamiento de los ricos recursos fluviales. La mención en la documentación medieval de la existencia de numerosas granjas y centros de recolección de las cosechas, donde se recibían todas las rentas y diezmos, evidencian la bonanza económica del monasterio, que se inicia en el siglo XII con las cartas de aforamiento de cesión de tierras y propiedades al campesinado a cambio del pago de rentas, al tiempo que el monasterio recibe la concesión de importantes privilegios reales y la protección papal.

Con el transcurso del tiempo, y después de siglos de decadencia, en 1508 el monasterio de Santa Cristina pasa a depender en calidad de priorato del monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, circunstancia que será determinante de su declive, que será definitivo en el siglo XIX con la Desamortización y su paso a manos de particulares que lo destinan a granja de labor.

La fábrica monástica de Santa Cristina de Ribas de Sil está formada por el templo románico y una serie de dependencias distribuidas en dos corredores cubiertos, en torno al patio claustral. La iglesia del monasterio, exponente de la evolución de las tendencias y cambios estilísticos que se dan cita en los últimos años del siglo XII y principios del siglo XIII, constituye un magnífico exponente del esplendor arquitectónico del románico gallego y de la importancia de la labor escultórica de los maestros medievales que trabajaron en su fábrica. Presenta una nave única, con crucero destacado y tres ábsides semicirculares en la cabecera. El primitivo cuerpo románico de la nave (probablemente destruido) fue sustituido por una nave más estrecha en el primer tercio del siglo XIII, lo que justifica el cambio de estilo hacia el gótico.

La torre del campanario de la iglesia conforma un elemento arquitectónico de singular interés, y resulta absolutamente excepcional en las construcciones del protogótico gallego por su situación integrada en el ala norte del claustro.

Por lo que respecta a la imaginería conservada, destaca una talla manierista del apóstol San Pedro, de finales del siglo XVI, así como los retablos barrocos que muestran el enriquecimiento del templo en el siglo XVIII, y cuya retirada en 1990, durante las obras de restauración de la iglesia, permitió la contemplación de las pinturas murales preexistentes, datadas a mediados del siglo XVI.

En cuanto a las dependencias del antiguo monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil, éstas conforman con la iglesia la típica disposición benedictina en ángulo recto, conservándose la primitiva portada románica que hoy sirve de entrada al claustro.

Los espacios medievales del monasterio, constituidos por un claustro que comunicaba las distintas estancias comunes, desaparecieron en época moderna, como parte de la reforma del edificio emprendida en el siglo XVI, tras su incorporación a Santo Estevo, y fueron sustituidos por dos funcionales corredores cubiertos dispuestos en ángulos sin cerrar. En la dependencia anexa a la iglesia, habilitada para sacristía, se conservan pinturas murales del siglo XVIII, con la representación del escudo de Santo Estevo, que se suman a las del interior de la iglesia, de notorio sabor popular.

A la vista de lo expuesto, es indudable que el monasterio...

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